Forat de la Mar y Arrabal

Forat de la Mar y ArrabalAl desaparecer el peligro pirático, los calpinos abrieron brechas en algunas bocacalles cerradas por las murallas del s. XVIII. Desde aquí puede accederse al arrabal, siendo las calles San Roque, Puchalt y Pescadores las más pictorescas.Junto al “Forat de la Mar” se congregaban antiguamente los patrones de pesca cada madrugada para hacerse a la mar, ya que desde ese punto se visualizaba el estado de la misma y en función de ello decidían si se podía faenar o no.La actual plaza “dels Mariners” debe su nombre al “Portal de la Mar”. Situado en uno de los extremos de la plaza, era el lugar por el que los vecinos accedían desde sus casas al mar.

La Pobla D ‘ifach

La Pobla Medieval  d’ Ifac destaca por ser actualmente un yacimiento único en la Comunidad Valenciana, y es la única Pobla de conquista que no ha sido investigada, excavada ni transformada con anterioridad lo que la convierte en un yacimiento único y excepcional.

Se trata de un enclave urbano de finales del S.XIII  , impulsada por el almirante Roger de Llúria, uno de los personajes más importantes de este  tiempo. Se trata de un enorme recinto amurallado, dotado de un complejo sistema de acceso, estancias, almacenes, casas  y una imponente iglesia dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles con una necrópolis medieval a sus pies. Será una fundación de vida corta, no superior a 100 años de existencia. Los avatares históricos forzaron el abandono y el traslado de los colonos de Ifach al cerro en el que actualmente se centran las murallas y el Casco Antiguo de Calp.

Otro motivo que muestra la importancia del yacimiento lo encontramos en que la Pobla se encuentra a los pies del Peñón de Ifach que  recientemente se ha nombrado Maravilla De la Comunidad Valenciana en la categoría de monumento natural.Desde el Año 2005 la Diputación de Alicante a través del Museo Arqueológico (MARQ), junto con el Ayuntamiento de Calp y con la colaboración del equipo directivo y técnico del parque, está trabajando para la futura adecuación de los restos arqueológicos.

Llavador de la Font

Las instalaciones: el llavador, la caseta, los sifones,  y demás obras complementarias, fueron inauguradas el  día 15 de mayo de 1878, después de los dos años que se tardó en llevar a cabo la conducción subterránea desde el Pou Roig.

Los encargados de «la Font», que vivían en la caseta que allí se encontraba, asumían la labor de cobrar a los usuarios los cinco céntimos que costaban cada dos cántaros de agua y entre los 25 y 50 céntimos el lavado de ropa. A partir de los años cuarenta, empezó el reparto del agua a domicilio en caballerías y en carros habilitados al efecto, hasta que en 1963, debido al considerable aumento de la población, se dotó de agua corriente.A finales de 1998, se emprendieron las obras de recuperación y desenterramiento de los senos de las dos pilas del lavadero que fueron enterradas con motivo de la construcción de la actual avenida.El diseño de la reconstrucción, obra de los artistas Elías Úrbez y Esteban Juárez, abarca la edificación de un pórtico o «riu-rau», que acoge las pilas del antiguo lavadero; así como la rehabilitación de la caseta, en la que se localizaban los grifos, y la creación de una zona ajardinada.
 

 

Mosaico Mural

Obra del pintor y muralista alicantino Gastón Castelló, está situado en la fachada principal de la Oficina de Turismo. Es una alegoría de la villa de Calpe: la pesca, el Peñón de Ifach, los cultivos y sus habitantes.

 
Construcción rural del siglo XVIII a la que los calpinos acudían a proveerse de agua para uso doméstico, servía también de abrevadero, hasta que en 1878 se realizó la conducción a Calpe desde el Pou Roig.
 Se ha incorporado a la construcción un pequeño monolito de piedra tallada, perteneciente al pozo, para depositar cántaros y recipientes en los que verter el agua, así como una pequeña fuente.
 
 Esta construcción, molino de viento harinero característico de la Comarca de la Marina Alta, de mitad del siglo XIX, ocupa el extremo más occidental de la zona arqueológica de Baños de la Reina.
El edificio de planta cilíndrica, se alza aislado sobre el suelo natural. Está construido con piedra viva trabajada y trabada con abundante mortero de cal, configurando un grueso muro. Sus diversas particularidades harán que ésta edificación te sorprenda.
 
 

Torreó de la Peça

Entre los siglos XIII y XIV se amuralla la alquería de Calp para protegerla de los ataques musulmanes. Su situación costanera hizo que la población sufriera continuos ataques de piratas, por lo que en el s. XVI Carlos V ordenó que se reparasen dichas murallas. Los vecinos accedían a la ciudadela a través de un único portal denominado “El
 Portalet”.
El más duro de los ataques tuvo lugar en 1637. Los piratas berberiscos invadieron la villa sin ser vistos. Los centinelas dormían y saltaron las murallas utilizando escaleras. Durante ese ataque tomaron cautivos prácticamente a todos los calpinos.
Otro de los ataques más importante que sufrió la villa, y que da origen a sus fiestas patronales, fue el acontecido el 22 de octubre de 1744. Tras este asalto pirata se inició un proyecto para fortificar la villa, y se construye una segunda muralla, que rodea el arrabal y la vieja ciudadela. El “Torreó de la Peça” debe su nombre a un fortín derribado en el s. XX que en su día tenía una pieza de artillería.